El anuncio del gobierno de Cristina
Kirchner sobre la rebaja en los topes de las retenciones buscó, como objetivo de
máxima, terminar el conflicto con el campo y dar una respuesta oficial ante la
sociedad.
Pero como meta de mínima, en cambio, si el campo rechaza la
medida, la apuesta de la Casa Rosada es "restarle un argumento y dejar en
evidencia" al agro ante la opinión pública y acusarlo de ser un grupo
"intransigente" , que sólo busca "debilitar políticamente" a una Presidenta que
hace concesiones.
En medio de ello, hay otra hipótesis: "También
puede ocurrir que dentro de las entidades del agro se produzcan
divisiones", dijo una fuente gubernamental a LA NACIÓN.
Un viejo aforismo señala que para
andar, a veces hay que desandar lo andado. Claro que esta tesitura no entra en
la lógica kirchnerista, para la cual sólo cabe el lema “retroceder nunca;
rendirse jamás”. El primer objetivo del gobierno es en una clara
estrategia de victimizarse frente a la embestida de los chacareros. El
segundo objetivo del kirchnerismo, una vez más, es dividir a los productores
rurales con compensaciones para los campesinos más pequeños. El tercer propósito
del régimen, desde la multitudinaria protesta del campo en Rosario, fue
consolidar su frente interno y blindar a la Presidenta con el apoyo del PJ, de
gobernadores y legisladores propios, y hasta de piqueteros.
El artífice de esta estrategia, que no es otro que
el primer caballero Néstor Kirchner, pero en la lógica de Néstor Kirchner no
cabe la posibilidad de perder ninguna batalla, aunque el costo sea pírrico y
termine debilitando a quien él asegura blindar...

Gráfico de-crecimiento de la Argentina
kirchnerista
La caída de la imagen positiva de
Cristina Kirchner en los sondeos de opinión pública no sólo es corroborada por
algunas empresas encuestadoras, sino por los intendentes del conurbano. Y no
faltan quienes, dentro del propio justicialismo, comienzan a hablar de la
Presidenta como una virtual jefa de protocolo del Gobierno.
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